El polvo yace como si nada
Y no se inmuta
Ni las piedras, ni el carbón
Ni los edificios, ni las antenas parabólicas
No se inmutan
Persiguen nuestras caras
Descubren nuestras vergüenzas
Tanto así, como nuestros engaños
Miro tus zapatos entonces
Me gusta mirar, acariciar
Me gustan las emociones cortas
Como la vida, como un beso Etílico,
Lengua, lenguaje primitivo,
Como las pestañas débiles, vencidas
Vuelan lejos, sin remordimientos
El cielo no se inmuta
Llueve, sin saber qué.
Parece tan eterno
No se inmuta…
Ni el pavimento, ni la tierra erosionada
Y tu cuello, que me gusta mirar
Parece tan eterno
Me apunta, como si no lo hiciese
Mas real…
Que se mueve, se estira
Cual carretera
Que no punza
Y que lancina a su vez
El vacío que ocupa nuestro aliento
Y el calor no se inmuta
Ni la transpiración
Ni los ríos, ni los lagos
Ni los perros
Ni las naciones, las alcantarillas.
Me gusta acariciarte
Me gusta mirarte,
Emociones cortas
No se inmuta el sol
No lo hace la luna
Me gusta sentirte
Cerca.
Tu largo cabello
Larga distancia
Como el cable de un teléfono
Todo se ha transformado
Atrapaste tus dedos
Como en un cable de teléfono
Emociones cortas
Háblame de él, como un difunto
Háblame de él, como algo eterno
Una pausa.
Seré un respiro, un momento,
Un turno, un maldito tiempo
Una jugada
Y apremian los segundos
Me gusta acariciarte
Háblame de él
Que no se inmuta
Bésame otra vez
El no se inmuta
Las casas, las rejas
La distancia
No se inmutan
Ni los mensajes
Ni el pelo
Largas crines
Las caricias
No se inmutan
Ni tus dedos enredados en mi faz
Él, él no se inmuta
Me gustas.
Acariciarte
Sentirte
Me gusta llevarte
Mirarte
Me gusta besarte
Cuando no eres mía.